Wednesday, November 15, 2006

A estas alturas, los credos de grupos como la AVT de Alcaraz, los Peones Negros, y a niveles más oficiales algunos medios como El Mundo, Libertad Digital, etc., Son bastante claros. No obstante, quiero hacer un ejercicio...

En primer lugar, quiero listar algunos de esos dogmas:

"Nosotros defendemos la dignidad de las víctimas del terrorismo"

"Nosotros exigimos que se haga justicia en nombre de ésas víctimas"

"En nombre de las víctimas, la negociación es intolerable"

"No se debe hacer ninguna concesión a los terroristas"

"Han de cumplir sus penas íntegras, ya que con criminales no se negocia"

"Si no condenas de forma explícita el terrorismo, eres un simpatizante de los terroristas"


Creo que éstas son suficientes para lo que quiero probar. Y lo que quiero probar es qué sucede cuando las víctimas son otras... Más concretamente, las víctimas de la derecha durante el Franquismo, derecha a la que casualmente muchos de ésos defensores de la libertad y de las víctimas (las suyas, claro), pertenecen. Y yo me quiero erigir en éste post como el defensor de ésas víctimas:


"Nosotros defendemos la dignidad de las víctimas de la derecha"

Y la defendemos de la escoria ideológica que aún habiendo sido perdonada por esas víctimas en pos de un futuro en armonía, aún no han aprendido la lección y postulan sus ideas de castigo, intolerancia y odio en grado sumo, burlándose de ese perdón llamando a sus víctimas "rojos", "progres" y demás en el tono más despectivo.

"Nosotros exigimos que se haga justicia en nombre de ésas víctimas"

Tal y como ellos exigen, yo también exijo que se haga justicia contra ellos, y entiendo como justicia el mismo concepto de ajusticiamiento implacable y pena máxima sin perdón ni piedad. Si no conceden la oportunidad de perdonar, no es mi deseo que se les conceda la posibilidad de ser perdonados. Y aún tienen mucho que pagar por los 40 años de Franquismo al que sometieron a todo el país.

"En nombre de las víctimas, la negociación es intolerable"

Creo que demasiado se les ha dado a los derechistas permitiéndoles continuar una vida normal entre los ciudadanos de paz, máxime cuando aún siguen lanzando proclamas de odio e intolerancia; Los derechistas no son menos criminales que los terroristas, y quiero las mismas leyes aplicadas a unos y a otros; Y si unos exigen que con terroristas no se negocia, yo opino lo mismo para la derecha: Ilegalización y encarcelamiento por sus crímenes. sin posibilidad de negociación.

"No se debe hacer ninguna concesión a los terroristas"

Ni a los derechistas, que han dejado una cuenta de víctimas mucho mayor y aún siguen impunes y pidiendo leyes duras para todos menos para ellos.

"Han de cumplir sus penas íntegras, ya que con criminales no se negocia"

Lo mismo digo: Durante la transición se fué innecesariamente benévolo con la derecha que apoyó a Franco y aplaudió los fusilamientos en masa, y que aún hoy se escandalizan porque sus víctimas quieren justicia. Penas íntegras para los que las convirtieron en víctimas y para los que aún se disgustan por su clamor de justicia. Y todo ello sin posibilidad de negociación.

"Si no condenas de forma explícita el terrorismo, eres un simpatizante de los terroristas"

Ya he perdido la cuenta de las veces que se me ha llamado "amigo de terroristas" por no apoyar explícitamente la postura de esos fascistas que en nombre de las víctimas pretenden mover hilos políticos, y cuántas veces se ha llamado al ostracismo y al rechazo social contra gente como yo por no respetar a las víctimas que ellos manipulan como títeres. Pues bien, yo ahora, como defensor de las víctimas a las que ustedes agravian un día tras otro, me permito llamarles "amigos de los dictadores asesinos", y pido el mismo ostracismo y desprecio de la sociedad que piden ustedes para todos los que no postulan con sus ideas, merecido en el mismo grado que lo exigen ustedes.

Con éste post no pretendo erigirme en defensor de nada ni de nadie; como he dicho es sólo un ejercicio para demostrar que a los que con tanto ensañamiento exigen justicia vengativa contra los terroristas en nombre de unas víctimas se les pueden pedir cuentas en cualquier momento en nombre de oras víctimas, y que se puede pedir hacia ellos la misma dureza, falta de piedad e intolerancia que ellos exigen.

Para mí, ellos no son mejores que los terroristas contra los que dicen luchar.

Por las víctimas... en especial, por las futuras víctimas en potencia.

Explicaba en mi anterior entrada porqué las víctimas del terrorismo no deberían influir en las decisiones del Gobierno respecto a la negociación con los terroristas; Al parecer, ciertos grupos de talante un tanto egoísta consideran que el tratamiento al terrorista debe ir orientado a "impartir justicia en nombre de las víctimas" (Léase "venganza") y no a prevenir que hayan más. Ignoran, al parecer, que ésa ha sido la política que en 40 años no ha dado ni un sólo resultado satisfactorio, aunque deduzco que, con tal de mantener vivos ese espíritu combativo y esa llama de la venganza, no les importa que al resto de la sociedad, los que hemos sido más afortunados hasta el momento, nos toque aguantar el aguacero de otros 40 años de terrorismo y otras mil o dos mil víctimas más. Y conste que no hablo de las víctimas per se, que no dudo que en su gran mayoría no desean a nadie el pasar por lo que ellas han pasado... hablo de aquellos que, sin preguntar a nadie, se han arrogado la representatividad de esas víctimas y las emplean para ejercer sus prejuicios y sus odios personales; De aquellos que necesitan "Cannon Fodder" para su causa y ven en las víctimas a unos perfectos escudos morales tras los que parapetar su miseria. Normalmente, estos parásitos obedecen a un patrón muy definido.

No es que me guste el terrorismo, (que no es que no me guste, sino que lo aborrezco), pero hasta el momento la política de sacar pecho, gritar "¡No cederemos!" y esperar a que nos peguen un tiro no ha funcionado, y después de cuarenta años eso quiere decir algo: Quiere decir que con esa postura podemos prolongar la amenaza terrorista y los asesinatos de forma indefinida. Supongo que no me importaría si mi meta fuera la venganza, o si de ese terrorismo pudiera sacar ciertos réditos políticos o alimentara arengas ideológicas mientras se mantuviera con vida, pero como ciudadano de a pie, como persona simple, lo único que quiero es que ETA deje de matar.

Sí, quiero que ETA deje de matar, y después de 40 años, no me importa el precio porque no puede ser mayor que el que hemos pagado hasta ahora; No me importa lo que piensen las víctimas ni nadie que considere que hay precios demasiado altos para pagar el final definitivo al goteo de muertes, porque para mí ya no lo hay. Acúsenme de rendirme si quieren, pero tal vez sea el momento de agachar la cabeza y darse cuenta de que no podemos ganar esta guerra contra el terrorismo, no cuando después de cuarenta años sin un sólo cambio de estrategia no hemos hecho el más mínimo progreso.

Y que no me vengan con las mamarrachadas de que "ETA estaba en su peor momento...", porque no lo estaba; No lo ha estado nunca desde el momento en que siempre ha contado con un apoyo social que la ha sostenido y del que se ha nutrido para abastecerse logística, ideológica y financieramente. El que crea que algún día se puede acabar completamente con ETA metiéndolos a todos en la cárcel es que aún está jugando a polícías y ladrones, y aplica la simpleza del juego a la lucha antiterrorista. A día de hoy, sólo hay un punto débil que de verdad puede acabar con ETA, que es su motivación.

No importa cuántas redadas se hagan, cuántos etarras capturen, cuántos zulos y escondrijos de armas encuentren, nadie podrá acabar con ETA mientras su determinación continúe intacta. y a estas alturas, sólo hay una forma de atacar esa determinación, que es la de sentarse en una mesa y limar asperezas, haciendo concesiones y dialogando.

De ETA sabemos dos cosas clave: Que no les importa matar, y que no les ha importado hacerlo durante 40 años. ¿Alguien está dispuesto a pasar otros 40 sometido al miedo de las bombas, a preguntarse "¿quién será el próximo?"? Yo ciertamente no.

Monday, November 06, 2006

Quiero ver tetas y culos en las paradas de autobús

Sí, suena un poco bestia, pero en esencia ése es el mensaje que quiero transmitir sin edulcorantes, el tronco del que sale el palillo. Lo siento si alguna fémina resulta ofendida por la crudeza, pero no, no sos sus pechos ni sus nalgas las que quiero ver, a menos que se presten ellas mismas a mostrarlas, algo que cada uno es muy libre de hacer.

Hago esta demanda en respuesta al talibanismo intolerante y censor de Hazteoír en base a la tremendamente cerril campaña que han iniciado en contra del dibujante Francisco Ibañez y sus tebeos de Mortadelo y Filemón, a quien acusan de tocar lo que no se debe tocar, reírse de lo que no se debe reír y, a grandes rasgos, hacer humor de lo que no se debe hacer humor. Se cuenta que en el tebeo "Mortadelo de la Mancha", el infame dibujante, al parecer uno más de los muchos incluídos en la lista negra de los neotorquemadas bajo cargo de un presunto boicot anticlerical en el que están implicados todos aquellos que osan decir un "pero", incluyó en su historia a un par de jerifaltes vaticanos en situaciones un tanto indecorosas, pero que no son ajenas en el seno de la iglesia. Y como la Al Qaeda católica suele ser de aquel talante tan españolazo del "Yo me río de todos, pero de mí no se ríe ni mi padre", han empezado una de las campañas más estúpidas jamás lanzadas contra un elemento de ficción, tan sólo secundada por la férrea oposición de la iglesia católica a los cómics de Supermán apelando que "el único ser que puede volar es Dios".

Esta tremenda estupidez ya ha sido comentada en varios blogs, y es por eso que yo me voy a abstener de poner vínculos a ese asunto, porque es tanta la cerrilería que me niego a que desde este blog salga una potencial visita a ese nido de ideas tóxicas. Además, yo quiero comentar un poco el trasfondo de todo esto...

Supongo que no hace falta ser un Einstein para deducir que un colectivo que percibe amenaza en un cómic de Ibañez es, de entrada, un potencial caldo de cultivo para delirios paranoicos y amplios espectros de esquizofrenias agudas; Y es que hay que estar muy grillado para que alguien se sienta perseguido por un tebeo de Mortadelo. Pero tampoco es ahí adonde yo quiero llegar.

Hay dos colectivos que últimamente presentan una pauta de comportamiento bastante similar, que es la de, bajo una bandera, motivación o causa común, lanzarse al cuello de todo, y quiero decir todo, lo que les contraría de una forma u otra. Es una defensa tan deliberadamente paranoica que eventualmente ha mutado en ofensiva contra todo y contra todos: Si les cuestionas, van contra tí; Si bromeas a cerca de ellos, van contra tí, si opinas distinto, van contra tí...

La primera es la famosa AVT, con el tal Alcaraz de presidente, que con el paso del tiempo ha pasado de ser una asociación en defensa de las víctimas del terrorismo a ser una plataforma de ataque a todo el/lo que no lo condena de forma definida, y ya de paso a algunos que sí lo condenan, pero que por circunstancias de la vida han acabado en la lista negra de Alcaraz dado que, además de defender a las víctimas del terrorismo, La AVT por boca de su presidente también defiende ciertos posicionamientos políticos, entendiendo defender como atacar a todo el que no los postula. En otras palabras, que la AVT se ha convertido en el medio por el cual Alcaraz resuelve sus problemas personales a golpe de querella, convirtiéndose en una mosca cojonera de los juzgados, a los que acude cada vez que alguien le contaría o simplemente le cae gordo.

¿Cual es mi opinión al respecto? Yo creo que la AVT se ha instumentalizado, pasando de ser un escudo para proteger a las víctimas a ser el garrote con el que dichas víctimas dirimen sus prejuicios más primales. La idea ahora viene a ser más o menos "Soy una pobre víctima del terrorismo, y no lo dudes ni un momento porque como te pongas tonto te vamos a hacer pedazos"... Algo así como una pobre víctima en modo agresivo.

Lamentablemente, a mí no me van a conseguir inculcar la idea de que una persona que ha pasado por el traumático trance de ser una víctima del terrorismo adquiere con dicha condición un conocimiento y una experiencia que la equipara al más experto de los equipos antiterroristas. Con esto quiero decir que sí, que como víctimas merecen nuestro mayor respeto y consideración, pero que, en lo que a gestión antiterrorista concierne, no tienen más experiencia que cualquier otro ciudadano de a pié. Su papel no es otro que el de dar representación a un colectivo, que, valga la redundancia, representa lo que las negociaciones y las acciones policiales deben prevenir, y a partir de ahí su papel en la gestión del problema del terrorismo no debería ser en ningún caso más relevente que el de cualquier otro ciudadano. La AVT, como asociación que protege a las víctimas del terrorismo, se supone que debe defender legalmente a sus asociados; Esto es, asegurándose de que reciben las debidas indemnizaciones, dándoles cobertura legal y garantizando su derecho a, por poner un ejemplo, asistencia psicológica. Dar a las víctimas voz y voto en las decisiones que el gobierno toma para combatir el terrorismo no es defenderlas, y es un error permitirlo porque no sólo no aportan ningún conocimiento profesional al asunto, sino que además van cargados con un bagaje emocional que es con el que pretenden influenciar todo ese procedimiento.

Y yo, sintiéndolo mucho, no tengo la intención de permitir que el posible fin del terrorismo se vea comprometido por un indivíduo que no está clamando justicia, sino venganza.

El otro colectivo es el ya mencionado Hazteoír, voz en Internet del catolicismo más inquisidor y prohibitivo, y como he mencionado antes promotor de la filosofía "Yo soy víctima y como me contraríes te hundo". Con la excusa de un presunto movimiento anticatólico que les ataca, Hazteoír ejerce de agitador de masas y moviliza a una base bastante ignorante hacia cualquier elemento que tosa un poquito más alto de lo que ellos consideran adecuado; Cualquier cosa, por nimia que sea, puede ser una amenaza o parte de un plan diseñado especialmente para acabar con el catolicismo, y esa es la fórmula perfecta para tener a unos cuantos necios distraídos unos días preocupándose y censurando viñetas de un tebeo de Mortadelo. Y quien dice un tebeo de Mortadelo dice un póster en una parada de autobús, un anuncio en la televisión, y si se lo permitieran, incluso un beso en el cine.

Porque no nos engañemos, la única razón por la que estos talibanes de sacristía no han impuesto su forma de vida al resto del país es porque carecen del poder suficiente, y la prueba más fehaciente es que, aún sin tener el poder, pugnan de forma incansable por imponer sus criterios morales al resto de la sociedad tratando de censurar lo que ellos no quieren ver, no quieren que se sepa o no quieren que se opine. No, no les basta con opinar contrariamente, sino que han de luchar por que lo que a ellos no les gusta desaparezca de la vida de todos independientemente de cuál sea nuestra opinión al respecto. La opinión de una persona normal no es importante en lo que respecta, por ejemplo, a retirar el anuncio de un desnudo en la vía pública; No importa que una modelo haya posado desnuda por propia voluntad y/o que haya sido pagada por ello, sólo importa una cosa, que es su moral y por la que se permiten el inmenso lujo de pisar la de los demás. Para ello, además, la organización de Hazteoír, ésa tan imbécil como para censurar un tebeo de Mortadelo (Y que a su vez justifica las caricaturas de mahoma; se ve que depende de cual sea la deidad se puede hacer humor o no), ha puesto a disposición de sus seguidores una sencilla aplicación en su web en la que los ofendidos cruzados antimortadelos, antitetas y anticulos pueden encontrar, según la causa del momento, la debida carta ya escrita y preparada para mandar a más de un centenar de medios de comunicación, pendiente tan sólo de que de escriba un nombre y se apriete un botoncillo. No tienen que pensar demasiado, ya que el mismo Hazteoír ya lo hace por ellos, les escribe la carta y les hace la campaña mucho más llevadera.

Lo más hipócrita de todo esto es la poquísima tolerancia que tienen hacia el humor que les implica, teniendo en cuenta la tendencia al desprecio y a la burla que sienten ellos por los demás: En el caso que mencionaba antes con el asunto de Mortadelo, admiten sin ningún rubor que se reirían, y mucho, si Ibañez hiciera burla "de maricas y musulmanes" (que las ha hecho, por cierto, en contra a las acusaciones de que Ibañez no toca ciertos temas), pero se ponen como basiliscos si el tema de burla son sus líderes religiosos. Parece que para algunos las heridas no duelen hasta que se las infringen a uno, algo no muy acorde con la filosofía cristiana (Que no católica) . Y en esas están, ofendidos tanto porque se habla mal de curas como porque no se habla peor de "maricas y musulmanes", que como todos sabemos son los temas que ellos insisten en denostar mientras gritan a los cuatro vientos que los agredidos son ellos. La cuestión es que según algunas personas hay asuntos que no se pueden tocar mientras que otros no sólo se pueden usar para escarnio, sino que es recomendable hacerlo, y por supuesto para nada es reprobable.

Ése es el asunto al que yo quiero llegar, que no es una mera movilización en contra de un tebeo de mortadelo, sino una consecución de propósitos declarados de condicionar a la sociedad eliminando elementos puntuales de los que, si bien todos tenemos derecho, el intolerante colectivo cristiano-talibán pretende despojarnos pretendiendo que su prejuicio moral es más importante que nuestros derechos. ¿Se imaginan cómo se pondrían si la sociedad española empezáramos a considerar la simbología religiosa como moralmente reprobable y empezáramos a hacer campaña contra su presencia en la arquitectura de nuestras ciudades? De hecho, siempre que hacen campaña en contra de algo, sea un póster de una tía en pelotas, un anuncio de la tele en la que dos jóvenes del mismo sexo se sonríen uno al otro o un tebeo de mortadelo en el que Ofelia enseña más pierna de lo que es decoroso en un cristiano de bien, el argumento es el ataque a la moral, su moral, como si ésta fuera la única válida a la hora de aplicar criterios; Y sin disimularlo, oigan: Los derechos de un ciudadano cualquiera pueden ser pisados si los prejuicios morales del talibán en cuestión lo requiere.

Lo que está haciendo Hazteoir es declarar sin ningún pudor que, ante sus prejuicios morales, los derechos del resto de los ciudadanos jamás deberían ser considerados; Que no importa mi derecho a ver un anuncio de colonia en la parada del autobús en la que aparece una chica de muy bien ver desnuda, porque si al hazteoír de turno no le gusta debería ser retirado; Que puedo dejar de ver un anuncio de la televisión porque al mojigato de turno le ha dado el venazo de que se enseña más de lo que es moralmente adecuado, o que es lícito boicotear la labor de un artista que ha trabajado durante más de cincuenta años en el mundo del cómic porque a otro imbécil con manía persecutoria le ha dado porque esos tebeos están manipulando la mente de sus hijos, como si esos degraciaditos no estuvieran ya ideológicamente intoxicados por una figura paternal incapaz de ver nada en este mundo sin el filtro de la paranoia religiosa.

Porque admitámoslo: Hay que estar muy trastornado mentalmente para encontrar influencias negativas en un tebeo de Ibañez.

¿Cual es mi opinión al respecto? Creo que ya ha quedado bastante clara: Cada uno es muy libre de hacer con su cuerpo lo que desee, y mientras lo que se nos ponga delante no sea producto de una obligación de ningún tipo, por mí todos los desnudos son bienvenidos. Bueno, no todos, pero eso es un asunto de gustos personales y ni por esas voy a prohibir a nadie que no haga lo que le plazca; Por mí, sigo reclamando mi derecho de ver tetas y culos en las paradas de autobús, ya sean en un póster publicitario o las mismas personas que estén esperando el autobús: En última instancia, mi derecho se limita a mirar a otra parte si no quiero ver dicho desnudo y me niego a que ningún freak ultracatólico imponga su moralina y decida lo que yo pueda o no pueda ver. Si no les gusta ver tetas por la calle, que no salgan. Y les pueden dar por culo a sus hijos, porque ni siquiera en su nombre nadie tiene derecho a decidir por mí.

Reitero mis disculpas a todas las féminas que se hayan sentido insultadas por la crudeza en la que he demandado la conservación de mis derechos por encima de cualquier gualtrapas aterrorizado de lo que su humana mente pueda pensar si ve un cuerpo desnudo. A todos los niveles, lo que defiendo en última instancia de la libertad absoluta del indivíduo de hacer con su vida y sus circunstancias lo que le venga en gana, tanto si quiere sonreír, como si quiere llorar en público, como si quiere despelotarse. En mi opinión, nadie tiene el derecho a decidir en nombre de una moral no demasiado clara lo que los demás pueden o no pueden hacer, y mi derecho a ver esas tetas y esos culos sólo está supeditado al derecho aún más inalienable de los propietarios de dichos apéndices a mostrarlos... y tanto si optan a hacerlo como si optan a no hacerlo, la decisión es completamente respetable.